Lorenzo Hervás y Panduro (1735-1809) fue un digno exponente del siglo de las luces en España: además de a los menesteres propios de su vocación, se dedicó a viajar incansablemente y a plasmar con detalle sus pensamientos en materias tan diversas como la teología, la filosofía, la pedagogía, las lenguas del mundo o los derechos del hombre. Autor prolífico, hablaba varias lenguas aunque publicó en italiano los veintidós volúmenes que conforman lo que él calificó como su enciclopedia.
Todos aquellos que hayáis tenido a M. Carme Junyent como profesora conoceréis la obra y los pensamientos en torno al lenguaje y a la diversidad de las lenguas de este jesuita de vida insólita. Pues bien, ahora ya tenemos acceso a gran parte de su obra a través de la biblioteca virtual Cervantes (tenéis el enlace al portal de este autor en el apartado must-visit, en la parte izquierda de este blog). No dejéis de visitarla: en ella podréis consultar muchos de los libros de Hervás, aunque no el Catálogo de las lenguas, que, sin embargo, podéis descargar gratuitamente desde google books: (http://books.google.es/books?id=IBISAAAAIAAJ&printsec=titlepage).
A medida que lo vas leyendo te das cuenta de que el abate Hervás era un hombre de contrastes, capaz de las reflexiones más increíblemente acertadas e intuitivas sobre el lenguaje, pero también de las argumentaciones y los razonamientos más impropios de un hombre de su formación e inteligencia.
Por ejemplo, defiende la educación de la mujer pero, al mismo tiempo, ve necesario el castigo físico a los niños; llama a la educación mundial de los “sordomudos” pero, a la vez, los tacha de pobres desgraciados e ignorantes; en materia lingüística, ya intuye la dualidad I-language vs. E-language (a las que él llama gramática “natural” y gramática “artificial”) o apunta a la distinción de género en los pronombres como origen de los afijos en los primeros sistemas nominales morfológicos (¿qué pensaría Fodor si supiera que alguien había hablado ya de eso dos siglos antes que él?) pero, más adelante, sentencia que la diversidad lingüística tiene su causa en los hechos de Babel.
Cuánto de su pensamiento debemos a las doctrinas religiosas y morales que impregnaban las ideas de los polígrafos de aquel tiempo no lo sabemos, aunque puede intuirse. Su legado intelectual en cuestiones lingüísticas, sin embargo, es impagable y su lectura, una delicia.
Concretamente, los libros en que podemos encontrar reflexiones en torno al lenguaje son:
Catálogo de las lenguas de las naciones conocidas y numeracion, division y clases de estas según la diversidad de sus idiomas y dialectos (1798).
Historia de la vida del Hombre (1789).
Tomo I, Libro II, Cap. VII: Tiempo en que el infante empieza á hablar; si hay idioma natural al Hombre; y sobre la diversidad de idiomas.
Escuela española de sordomudos o Arte para enseñarles á escribir y hablar el idioma español, dividida en dos tomos (1795).
Cap IV, art II: Ideas gramaticales de los Sordomudos. Origen del género gramatical en los nombres y verbos. Efectos del uso de los pronombres en tiempos de la ignorancia.
Os copio algunos extractos para que veáis a qué me refiero:
…porque el espíritu del hombre sin comunicación con los otros hombres, se exercita y se cultiva tan poco que no piensa sino quando se halla indispensablemente obligado por los objetos externos á pensar. (1795:58)
…pues si en un desierto se hallaran algunos nacidos en él ó abandonados sin haber aprendido ningun idióma, ellos luego con la mayor facilidad empezarían á comunicarse mutuamente sus ideas con señales externas, y después facilísimamente pasarian á dibujar ó pintar con colores la figura de los objetos: pero no llegarian jamas á juzgar que con acentos vocales se podian pintar. (1795: 69)
Sobre el origen del abuso en caracterizar con algun género todos los nombres, yo pienso asi. Al principio del mundo los hombres reduciendo sus pensamientos a los límites del cuidado de su familia y de los animales, en que hallaban alimento y vestido, hablaban solamente de aquellas cosas que la naturaleza distingue con sexôs ó géneros de macho y hembra. […] Los primeros hombres que eran naturalistas, porque todos eran agricultores o pastores, conocieron en las plantas, como en los animales, la diversidad de sexôs: y siendo entre ellos de continuo uso los nombres de plantas, animales y hombres (estos términos formaban entonces el diccionario físico y político de todas sus ciencias) debieron nombrar estas cosas distinguiendolas en el género, y después por ignorancia ó por capricho extendieron el género a todos los nombres, aunque fuesen de cosas incapaces de diferenciarse por el sexô. (1795: 73-75).
Las ideas primitivas que en los hombres pudieron influir para la invención de los casos de los nombres, me la figuro yo asi. Al principio ningun idioma tenia diferencia alguna de casos; mas todos eran indeclinables, como lo son aun en la mayor parte de las lenguas conocidas. Empezaron los hombres á hablar en materias ó asuntos diversos, y porque notaron que la acción de algunos verbos se puede referir á dos ó mas objetos con diversos fines, significaron las relaciones con dicciones ó partículas, que en latín y en otros idiomas se llaman preposiciones: pero se deberian llamar posposiciones, porque en la mayor parte de los idiomas se posponen. […] diciendo asi: por exemplo Yo doy manzanas dos Pedro-à. (1795: 95-97).
No debe causar maravilla que los Sordomudos tengan dificultad en entender el uso de los relativos, pues sin ellos raciocina la mente de los Sordomudos, según he hallado en el exâmen que he hecho de sus ideas gramaticales. Hay lenguas como la kirikí, la betoi y la tunkina, que no tienen ningunos relativos: y esto basta para probar que la razon no pide el uso de los relativos, aunque se conforme con el. (1795:108).
De esta doctrina se infiere que si por desgracia (que algunas veces ha sucedido) el infante pierde la lengua [el órgano] ó su uso, no obstante se le debe enseñar á hablar con los labios, los dientes y la glotis. (1789: 234).
En todos tiempos los Autores de todas las naciones civiles han disputado, si hay lengua natural al Hombre; y de donde proviene la diversidad de idiómas que se conocen en el mundo. […] y observando la diversidad substancial de los idiómas en las palabras y en la sintaxî, establezco que el Hombre es incapáz de formar por sí mismo un idioma; que fue infuso el primero que hablaron los hombres; y que la diversidad de los idiómas en las palabras y la sintaxî no puede ser efecto de otra causa, que de la admirable confusion de lenguas, que refiere Moysés.(1789:242-243).
Todos aquellos que hayáis tenido a M. Carme Junyent como profesora conoceréis la obra y los pensamientos en torno al lenguaje y a la diversidad de las lenguas de este jesuita de vida insólita. Pues bien, ahora ya tenemos acceso a gran parte de su obra a través de la biblioteca virtual Cervantes (tenéis el enlace al portal de este autor en el apartado must-visit, en la parte izquierda de este blog). No dejéis de visitarla: en ella podréis consultar muchos de los libros de Hervás, aunque no el Catálogo de las lenguas, que, sin embargo, podéis descargar gratuitamente desde google books: (http://books.google.es/books?id=IBISAAAAIAAJ&printsec=titlepage).
A medida que lo vas leyendo te das cuenta de que el abate Hervás era un hombre de contrastes, capaz de las reflexiones más increíblemente acertadas e intuitivas sobre el lenguaje, pero también de las argumentaciones y los razonamientos más impropios de un hombre de su formación e inteligencia.
Por ejemplo, defiende la educación de la mujer pero, al mismo tiempo, ve necesario el castigo físico a los niños; llama a la educación mundial de los “sordomudos” pero, a la vez, los tacha de pobres desgraciados e ignorantes; en materia lingüística, ya intuye la dualidad I-language vs. E-language (a las que él llama gramática “natural” y gramática “artificial”) o apunta a la distinción de género en los pronombres como origen de los afijos en los primeros sistemas nominales morfológicos (¿qué pensaría Fodor si supiera que alguien había hablado ya de eso dos siglos antes que él?) pero, más adelante, sentencia que la diversidad lingüística tiene su causa en los hechos de Babel.
Cuánto de su pensamiento debemos a las doctrinas religiosas y morales que impregnaban las ideas de los polígrafos de aquel tiempo no lo sabemos, aunque puede intuirse. Su legado intelectual en cuestiones lingüísticas, sin embargo, es impagable y su lectura, una delicia.
Concretamente, los libros en que podemos encontrar reflexiones en torno al lenguaje son:
Catálogo de las lenguas de las naciones conocidas y numeracion, division y clases de estas según la diversidad de sus idiomas y dialectos (1798).
Historia de la vida del Hombre (1789).
Tomo I, Libro II, Cap. VII: Tiempo en que el infante empieza á hablar; si hay idioma natural al Hombre; y sobre la diversidad de idiomas.
Escuela española de sordomudos o Arte para enseñarles á escribir y hablar el idioma español, dividida en dos tomos (1795).
Cap IV, art II: Ideas gramaticales de los Sordomudos. Origen del género gramatical en los nombres y verbos. Efectos del uso de los pronombres en tiempos de la ignorancia.
Os copio algunos extractos para que veáis a qué me refiero:
…porque el espíritu del hombre sin comunicación con los otros hombres, se exercita y se cultiva tan poco que no piensa sino quando se halla indispensablemente obligado por los objetos externos á pensar. (1795:58)
…pues si en un desierto se hallaran algunos nacidos en él ó abandonados sin haber aprendido ningun idióma, ellos luego con la mayor facilidad empezarían á comunicarse mutuamente sus ideas con señales externas, y después facilísimamente pasarian á dibujar ó pintar con colores la figura de los objetos: pero no llegarian jamas á juzgar que con acentos vocales se podian pintar. (1795: 69)
Sobre el origen del abuso en caracterizar con algun género todos los nombres, yo pienso asi. Al principio del mundo los hombres reduciendo sus pensamientos a los límites del cuidado de su familia y de los animales, en que hallaban alimento y vestido, hablaban solamente de aquellas cosas que la naturaleza distingue con sexôs ó géneros de macho y hembra. […] Los primeros hombres que eran naturalistas, porque todos eran agricultores o pastores, conocieron en las plantas, como en los animales, la diversidad de sexôs: y siendo entre ellos de continuo uso los nombres de plantas, animales y hombres (estos términos formaban entonces el diccionario físico y político de todas sus ciencias) debieron nombrar estas cosas distinguiendolas en el género, y después por ignorancia ó por capricho extendieron el género a todos los nombres, aunque fuesen de cosas incapaces de diferenciarse por el sexô. (1795: 73-75).
Las ideas primitivas que en los hombres pudieron influir para la invención de los casos de los nombres, me la figuro yo asi. Al principio ningun idioma tenia diferencia alguna de casos; mas todos eran indeclinables, como lo son aun en la mayor parte de las lenguas conocidas. Empezaron los hombres á hablar en materias ó asuntos diversos, y porque notaron que la acción de algunos verbos se puede referir á dos ó mas objetos con diversos fines, significaron las relaciones con dicciones ó partículas, que en latín y en otros idiomas se llaman preposiciones: pero se deberian llamar posposiciones, porque en la mayor parte de los idiomas se posponen. […] diciendo asi: por exemplo Yo doy manzanas dos Pedro-à. (1795: 95-97).
No debe causar maravilla que los Sordomudos tengan dificultad en entender el uso de los relativos, pues sin ellos raciocina la mente de los Sordomudos, según he hallado en el exâmen que he hecho de sus ideas gramaticales. Hay lenguas como la kirikí, la betoi y la tunkina, que no tienen ningunos relativos: y esto basta para probar que la razon no pide el uso de los relativos, aunque se conforme con el. (1795:108).
De esta doctrina se infiere que si por desgracia (que algunas veces ha sucedido) el infante pierde la lengua [el órgano] ó su uso, no obstante se le debe enseñar á hablar con los labios, los dientes y la glotis. (1789: 234).
En todos tiempos los Autores de todas las naciones civiles han disputado, si hay lengua natural al Hombre; y de donde proviene la diversidad de idiómas que se conocen en el mundo. […] y observando la diversidad substancial de los idiómas en las palabras y en la sintaxî, establezco que el Hombre es incapáz de formar por sí mismo un idioma; que fue infuso el primero que hablaron los hombres; y que la diversidad de los idiómas en las palabras y la sintaxî no puede ser efecto de otra causa, que de la admirable confusion de lenguas, que refiere Moysés.(1789:242-243).
3 comentarios:
Molt interessant. Ja recordo que la Carme Junyent havia anomenat aquest home. No sé fins a quin punt són excusables algunes de les seves errades, peró, de totes maneres, la meua tendéncia ès intentar pernsar què té de veritable, per exemple, la frase "observando la diversidad substancial de los idiómas en las palabras i en la sintaxî, establezco que el Hombre es incapáz de formar por sí mismo un idioma". És un exercici interessant i sí que hi trobo encerts.
Algunes de les idees d'Hervás que ara considerem errònies, em fan pensar fins a quin punt una estructura social i de sociosignificació poden abastar tota la societat; des dels més ignorants fins als més erudits.
Claro, piensa que hasta hace relativamente poco tiempo la doctrina católica ponía coto al librepensamiento. No tenemos que irnos al tiempo de Galileo ni de Miquel Servet! La Iglesia, además, impone narrativas que van contra toda lógica y contra el método científico más elemental: si está establecido que los primeros pobladores fueron Adán y Eva, nuestros ancestros, pues a ver cómo explicas a partir de ahí el origen de las lenguas?
Dentro de todo, creo que este hombre fue un adelantado en su tiempo. No sé de nadie antes que él que se dedicará a recopliar evidencia lingüística de tantas lenguas y hacer con ello un tratado de esa embergadura.
La verdad es que, además de los pasajes en que habla del lenguaje, es curioso leer su pensamiento en otras áreas y hacerte así una idea más global del autor y su tiempo.
Un abrazo,
Concha
No dic pas que ningú retallés un lliure pensament existent, cosa que també passava, sinó que, prèviament, la concepció del món pressuposada conduïa a una sèrie d'interpretacions de la realitat i no a unes altres.
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