En su famoso artículo, Hauser, Chomsky y Fitch (2002), nos vuelven a hablar de la recursividad (recursion) como “the only uniquely human component of the faculty of language”, o sea, como el único rasgo que realmente podemos contemplar como distintivo o diferenciador del lenguaje (I-language) humano en comparación con los otros sistemas de comunicación animal.
Seguramente soy muy naïve al intentar cuestionar un concepto aparentemente tan aceptado por gran parte de la comunidad lingüística y que, además, es el leit motiv de los formalistas, pero, me cuesta mucho no encontrarle fallos a ese postulado.
Para empezar, da por sentada la supremacía de la sintaxis sobre el resto de componentes del lenguaje (lo que a los especialistas en fonética, fonología o morfología, por decir algo, no parece molestar), ¿es que no hay vida más allá de la sintaxis? Además, ¿por qué nadie defiende que el hecho diferencial del lenguaje humano radica en características cognitivas más generales, como por ejemplo su independencia del contexto inmediato, de los estímulos del entorno? Porque entonces metemos el contexto, y la teoría lingüística no se ocupa de eso, ¿no?
Puestos a decir, veo más razonable que defendamos que es la sintaxis en sí, lo que es destacable y diferente del lenguaje humano. Pero, ¿por qué específicamente el embedding, que es una de las tantas posibilidades que permite el lenguaje en tanto que sistema computacionalmente procesable?, ¿por qué no el movimiento con huella o el hecho de que la combinación se rija jerárquicamente y mediante una sistema de dependencias?
O, abarcando un poco más, que me digan que lo maravilloso, lo realmente distintivo del lenguaje humano, es que es un sistema que permite la combinación potencialmente ilimitada de diferentes unidades discretas. Esto lo entendería: ni el canto de los pájaros, ni las llamadas de los primates, ni los movimientos de las abejas (por mencionar sólo algunos de los sistemas de comunicación animal más citados en la literatura) poseen esa característica.
Otra característica que se me antoja única es que, en tanto que sistema abierto, permite ser moldeado, puede cambiar y evolucionar gracias a la capacidad creativa del ser humano. Esta productividad, que se observa en todos los ámbitos (en el fonológico, en el fonético, en el morfológico, en el léxico, en el gramatical) no se encuentra en las llamadas animales. El profesor Tusón ponía hace poco el ejemplo de que un hablante, o una comunidad de hablantes, podrá inventar un nuevo valor de una categoría gramatical: el aspecto desiderativo, pongamos por caso. Esta capacidad de innovación la observamos cada día en los neologismos, en la folk etymology, etc., pero, por lo que yo sé, no se encuentra en los sistemas de comunicación animal, sistemas limitados y preprogramados genéticamente.
Volviendo al tema que nos ocupaba en un principio, que la capacidad de embedding sea el rasgo diferencial de nuestro lenguaje siempre me ha parecido de un reduccionismo total, lo siento. Lo peor de todo es cuando acompañan esta tesis con el argumento de la oración infinita, porque ¿cómo de larga puede ser una oración con distintas frases embutidas? Si alguien ha probado a construir una se dará cuenta de que muy pronto la memoria operativa empieza a fallar y ya no nos acordamos ni del sujeto de la oración, además del hecho de que el contexto de enunciación es irreal: una oración así no va a ser nunca producida por ningún hablante porque, sencillamente, no tendría sentido.
Seguramente soy muy naïve al intentar cuestionar un concepto aparentemente tan aceptado por gran parte de la comunidad lingüística y que, además, es el leit motiv de los formalistas, pero, me cuesta mucho no encontrarle fallos a ese postulado.
Para empezar, da por sentada la supremacía de la sintaxis sobre el resto de componentes del lenguaje (lo que a los especialistas en fonética, fonología o morfología, por decir algo, no parece molestar), ¿es que no hay vida más allá de la sintaxis? Además, ¿por qué nadie defiende que el hecho diferencial del lenguaje humano radica en características cognitivas más generales, como por ejemplo su independencia del contexto inmediato, de los estímulos del entorno? Porque entonces metemos el contexto, y la teoría lingüística no se ocupa de eso, ¿no?
Puestos a decir, veo más razonable que defendamos que es la sintaxis en sí, lo que es destacable y diferente del lenguaje humano. Pero, ¿por qué específicamente el embedding, que es una de las tantas posibilidades que permite el lenguaje en tanto que sistema computacionalmente procesable?, ¿por qué no el movimiento con huella o el hecho de que la combinación se rija jerárquicamente y mediante una sistema de dependencias?
O, abarcando un poco más, que me digan que lo maravilloso, lo realmente distintivo del lenguaje humano, es que es un sistema que permite la combinación potencialmente ilimitada de diferentes unidades discretas. Esto lo entendería: ni el canto de los pájaros, ni las llamadas de los primates, ni los movimientos de las abejas (por mencionar sólo algunos de los sistemas de comunicación animal más citados en la literatura) poseen esa característica.
Otra característica que se me antoja única es que, en tanto que sistema abierto, permite ser moldeado, puede cambiar y evolucionar gracias a la capacidad creativa del ser humano. Esta productividad, que se observa en todos los ámbitos (en el fonológico, en el fonético, en el morfológico, en el léxico, en el gramatical) no se encuentra en las llamadas animales. El profesor Tusón ponía hace poco el ejemplo de que un hablante, o una comunidad de hablantes, podrá inventar un nuevo valor de una categoría gramatical: el aspecto desiderativo, pongamos por caso. Esta capacidad de innovación la observamos cada día en los neologismos, en la folk etymology, etc., pero, por lo que yo sé, no se encuentra en los sistemas de comunicación animal, sistemas limitados y preprogramados genéticamente.
Volviendo al tema que nos ocupaba en un principio, que la capacidad de embedding sea el rasgo diferencial de nuestro lenguaje siempre me ha parecido de un reduccionismo total, lo siento. Lo peor de todo es cuando acompañan esta tesis con el argumento de la oración infinita, porque ¿cómo de larga puede ser una oración con distintas frases embutidas? Si alguien ha probado a construir una se dará cuenta de que muy pronto la memoria operativa empieza a fallar y ya no nos acordamos ni del sujeto de la oración, además del hecho de que el contexto de enunciación es irreal: una oración así no va a ser nunca producida por ningún hablante porque, sencillamente, no tendría sentido.
Mirad si no algunos de los ejemplos que proponen Heine y Kuteva (2007: 267):
Peter´s mother´s brother´s wife´s father
Judy says that John claims that Mary believes that I want to marry her
¿Hasta dónde podemos alargarlos sin que nuestra memoria operativa se sature? La recursividad podrá ser ilimitada en la teoría (en el país de los lunnis) pero está claro que en la práctica está sujeta a restricciones muy claras en su procesamiento.
Comentan Pinker y Jackendoff (2004) que la recursividad lingüística existe precisamente porque nuestro pensamiento es recursivo, por tanto puede argüirse que es un subproducto de una capacidad cognitiva general. También ellos encuentran sorprendente que no se tenga en cuenta todos los aspectos del lenguaje que no son recursivos, como la fonología, la morfología o muchas de las propiedades del léxico.
No sé qué pensáis, pero la tesis en cuestión la vengo oyendo desde el colegio… y no parece molestar a nadie, vaya.Para saber las características que hacen único al lenguaje humano, ahí tenéis las que mencionó Hockett:
http://www3.isrl.uiuc.edu/~junwang4/langev/localcopy/pdf/charles60theOrigin.pdf
10 comentarios:
Faràs l'assignatura de Biolingüística? Potser vas fer la de Teoria Sintàctica, on ja es parlava una mica d'això. La Joana Rosselló, em penso que és de la línia Chomsky. Jo també penso que és millor combinar sintaxi i context, incloure més que aïllar, però fer-ho tan bé com es pugui, esclar.
Hola Eduard!
Sí, la Joana es muy de Chomsky, aunque hace alguna concesión a los funcionalistas (Van Valin y LaPolla). Y sí que voy a hacer Biolingüística, vas a estar?
Un saludo,
Concha
No, it's a pity, no voy a estar, perquè aquest any només hi vaig a les tardes. Espero que l'any que ve també la facin. Ja ens veurem en algun altre moment. Que vagi bé!
Estic d'acord amb l'Eduard. Si d'alguna cosa m'ha servit l'assignatura de Sociolingüística ha estat per considerar altres maneres de veure el món, i una de les coses que més repetia el professor Bastardas era desterrar els "o" i donar vida als "i", és a dir, trencar amb el pensament dicotòmic que mou la nostra manera de fer i entendre el món. I amb això vull dir que els formalistes i els funcionalistes pequen potser de reduccionistes, d'elitistes, de segregacionistes, però pel que he anat veient no és cosa de lingüistes, sinó de l'ésser humà en general. Les coses són blanques o negres, bones o dolentes, fredes o calentes, i tot i que es tracti de contraris graduals, sembla que no hi pugui haver terme mig, o fins i tot entesa entre els pensaments oposats.
Completament d'acord amb tu, Concha, que el que és realment meravellós del llenguatge no és aquesta capacitat teòrica d'estendre (sense entendre) fins a l'infinit un enunciat. Hi ha coses que em meravellen molt més, i que tu vius a casa amb les 3 canalles que tens, com ara el fet que en tan poc temps una criatura es llanci a parlar, es faci entendre, i ho faci d'una manera natural i no premeditada. ¿I què me'n dieu dels dobles sentits, els jocs fonètics, els embarbussaments, la poesia?
Un dia us copiaré un paràgraf d'un catedràtic d'història de l'art al qual li he fet de correctora molts anys, i veureu que això de la recursivitat és possible, però del tot indesitjable. Llegir aquest home t'obliga a tenir coneixements profunds de sintaxi.
Sí Raquel, a los estructuralistas ya se los superó y creo que terminará pasando lo mismo con los formalistas. Sobre todo ahora que desde la neurología se están aportando tantos hallazgos que fuerzan relacionar el código con algo más. Hay enfoques que a mi me atraen mucho, como el cognitivista (en especial Heine, Langacker, Lakoff). Si le echáis un vistazo a Cognitive Foundations of Grammar veréis como se abre un nuevo mundo que va más allá del estudio sincrónico de la estructura.
También los universalistas y los funcionalistas aportan algo más al estudio del lenguaje y eso es lo que cuenta: unir perspectivas y no fragmentar, atomizar la realidad, como dice Bastardas.
Un abrazo,
Concha
RAQUEL: Por cierto, los significados no literales del lenguaje que comentas, así como el hecho de que debas poseer una teoría de la mente para inferirlos (es decir, para captar que el otro está ironizando, por ejemplo) es otro rasgo único del lenguaje humano. Tienes toda la razón.
A ver cuándo cuelgas esa info de que hablas, tengo curiosidad...
EDUARD: No coincideremos el año que viene porque yo termino ahora (me quedan dos asignaturas), pero estaremos en contacto y nos veremos seguramente en el Evolang o en el curso de tipología. Ah! además está el XIX Congreso Nacional de Lingüística, en Madrid. Yo iré, si alguien se apunta genial!
Un abrazo,
Concha
Intentarem anar-hi al congrés de Madrid. Serà el meu primer congrés. Quina emoció!
Buf, tot això de la lingüística cognitiva, quina muntanya! Interessantíssim però no sé pas quan podré dedicar-m'hi.
Ens veiem segur al congrés de Madrid. Ja friso per assistir a les ponències i a les comunicacions. El de Barcelona va ser el meu primer, Eduard, i t'asseguro que no s'oblida fàcilment. Tot i així, el millor va ser el safareig que se'n va fer després. Algun dia nosaltres parlarem als nostres alumnes de la Carme i el Juan Carlos igual com ells ens parlen de la Mary (Haas) o de l'Edward (Sapir). ¿No us sembla fantàstic?
Bona nit.
Per cert, el meu darrer comentari no volia semblar banal. Només mirava de reflectir la vessant humana dels nostres mestres, igual com ells ens la intenten transmetre quan parlen de noms que potser ens sonen llunyans i divins (en el sentit religiós de la paraula) però que són més semblants a tu i a mi del que ens poguem imaginar. Volia trencar una mica amb l'elitisme que practiquen alguns catedràtics (de qualsevol especialitat, òbviament). Si mai em torno una pedant, no dubteu a regalar-me un bon calbot.
Molts petons.
Compañera, respeto tu opinión, de todos modos, creo que te equivocas cuando juzgas la 'recursividad'. El caso es que, que no podamos 'entender' la frase no es problema de la recursividad (que existe, ¡claro!) sino que es nuestro problema; vamos, que nuestros cerebritos no funcionan tan bien como creemos. Quiero decir, la recursividad está ahí fuera y es demostrable (ya lo demuestran los Bakers, Chomskys, Finchs, Talmys, Jackendofs y toda esa 'crew') aunque nosotros, cierto es, no seamos capaces de conceptuar frases muy muy largas. Vamos, si te pongo un ejemplo de numeritos supongo que estaremos igual. Es decir, y aún más ahora con los euros, cuando se nos presenta un número muy muy largo nos cuesta entenderlo ¿Cuánto serán 100 euros en lacasitos? jej ej. También, ¡qué te voy a decir!, ponte a medir la gravedad y dime. ¡Es un concepto teórico! El caso es que es imposible saber exactamente a qué equivale la gravedad en un entorno normal (como nosotros entender la recursividad poniendo ejemplos de nuestro cerebro) porque los de la manzanita lo midieron con una aspiradora! Porque allá no había tanta fuerza de roce (did you say petting my lass? jejej). Pues nada, que gracias por tu artículo. Andaba buscando unos ejemplillos sobre la recursividad y me viene muy bien el de 'Peter´s mother´s brother´s wife´s father'. Por cierto, ya veo que me equivoqué de universidad metiéndome en la Autónoma. El caso es que aquí no podemos estudiar lingüística a secas sino que tenemos algunas asignaturillas con éstos 'mostros' que tenemos como profesores (aka MT Espinal). Bueno, luego tenemos el master de Ciencia Cognitiva y Lenguaje, ¡¡qué se yo!! ¡Cuídate!
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