Esta mañana andaba yo en mi coche, en medio del atasco de entrada a Barcelona, escuchando "Herrera en la onda", cuando uno de los contertulios comenta algo sobre el trasvase "hidrológico". No sé bien qué era, lo único que recuerdo es a Herrera corrigiéndole rápido: "¡hídrico!, trasvase hídrico". Y es que no es lo mismo lo relativo al agua que lo relativo a la ciencia que estudia la distribución del agua, sus propiedades y su utilización.
Pero es que por la tarde, de camino al colegio, pongo a Julia Otero y la engancho entrevistando al president (no del Barça, sino de Cataluña) quien, justamente respondiendo a la pregunta de si se va a suspender el trasvase en vista de las lluvias de este mes, comenta que no puede asegurar nada ya que la "climatología" es imprevisible. No señor, no. Aunque los partes metereológicos sean falibles, la climatología no es imprevisible: el clima, el tiempo o las condiciones atmosféricas (como queramos) sí lo son.
Siempre que oigo intercambios de este tipo, que no es en pocas ocasiones, recuerdo a un profesor de traducción médica de la Pompeu Fabra llevándose las manos a la cabeza cada vez que le traducíamos "sistema inmunológico" en vez de "inmunitario", lo que era mucho peor, a sus oídos, que el tan socorrido anglicismo "sistema inmune".
Después de esas clases siempre me he acordado de no confundir una cosa con la otra. ¡Es que hay profes que dejan huella!
2 comentarios:
I "metodologia" per "mètode", i "problemàtica" per "problema", i "ecologia" per "ecologisme"... Jo crec que la confusió rau en el fet que les primeres sonen més "cultes", i la gent del carrer les deu trobar més correctes o adequades que les segones. La Valeria ens en parlava sovint, d'aquestes confusions.
No hay quien pare a la metonimia: la parte por el todo, el efecto por la causa, y en este caso, la disciplina por el objeto de estudio. Es deseable la precisión, pero no creo que nos libremos de estos deslizamientos del sentido.
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